Número 11                                               Época IV                                     Mayo 2007


FORO HISTÓRICO

El STUNAM emplaza a huelga por un Contrato único

No reclamamos privilegios, sino la cabal aplicación de los derechos consagrados en la Constitución.

El domingo 27 de marzo, los trabajadores universitarios acordamos la constitución del Sindicato de Trabajadores de lo Universidad Nacional Autónoma de México. Conocemos bien la trascendencia que este acto tiene para la Universidad y para nosotros mismos. Con la creación de un solo organismo sindical, quienes laboramos en la UNAM pugnamos por la generalización de las prestaciones que actualmente tenemos, por la creación de canales expeditos e institucionales para la solución de los conflictos laborales y por la consolidación de nuestro sindicato en un organismo amplio, fuerte y democrático, que nos permita participar colectivamente en la solución de los problemas de la propia Universidad.

La creación del STUNAM es resultado de la coincidencia, en la práctica misma, de las acciones y postulados del STEUNAM y el SPAUNAM, surgidos, respectivamente, en 1971 y 1974; ambas sindicatos lograron transformar la faz de las relaciones laborales en la Universidad, tanto para el personal administrativo como para los trabajadores académicos. A través de la lucha emprendida en diferentes momentos para estas agrupaciones, conseguimos que en el ámbito de la Universidad y en el país entero, se aceptara el derecho de los trabajadores universitarios a organizarse en sindicatos para la defensa de sus intereses gremiales. Este derecho, inicialmente escatimado par las autoridades universitarias, ahora es reconocido casi unánimemente y gracias a la brecha que logramos abrir ahora existen alrededor de 35 sindicatos de trabajadores universitarios en todo el país.

SPAUNAM y STEUNAM, sindicatos fraternales desde su nacimiento, recorrieron juntos el camino hacia la unificación, que pasó por la celebración de diversos y numerosos actos, mítines, asambleas y discusiones conjuntos. Desde hace varios años, pero particularmente en los últimos meses, la formación del sindicato único era una necesidad insoslayable. Al asumir la decisión de crear el sindicato único partimos de una premisa indiscutible y fundamental; partimos de la convicción de que nunca la dispersión de los trabajadores les ha sido benéfica; de que en toda circunstancia, mientras mayores sean sus organizaciones mejores serán las posibilidades que tengan para lograr con éxito las reivindicaciones que se proponen alcanzar. Nuestra decisión de crear un sindicato único se inscribe dentro de la mejor tradición del sindicalismo mexicano y dentro de la corriente que en toda el país, actualmente, pugna por la creación dé sindicatos amplios y numerosos, que aglutinen a los trabajadores por ramas de producción o servicios y que constituyan, para sus integrantes, un canal de expresión que amplifique y de mayor fuerza a sus demandas. Para ser consecuentes con esta convicción, hemos iniciado ya los trabajos para, en un plazo pertinente, construir un sindicato nacional de trabajadores de la educación superior, cuyo embrión matriz deberá ser la Federación de Sindicatos Universitarios, de la cual forma parte el STUNAM.

Queremos que el sindicato que ahora hemos formado tenga los recursos que la legislación laboral del país pone al alcance de las organizaciones sindicales. El STUNAM se ha propuesto integrar en un solo documento el contenido del actual Convenio Colectivo que administra el STEUNAM y del Proyecto Contrato Colectivo del SPAUNAM. Con tal fin, hemos elaborado un Proyecto de Contrato Colectivo único que incluye las reivindicaciones que actualmente tienen par separada los, trabajadores manuales y administrativos y trabajadores académicos. Este documento que ha sido avalado por los afiliados al nuevo STUNAM, será entregado a las autoridades universitarias con un emplazamiento a huelga que vencerá el lunes 20 de junio, a las 12 horas.

Creemos que la solicitud para la firma de un contrato colectivo único no es extraordinaria ni afecta la estabilidad en la institución, como pretenden los impugnadores del STUNAM. A partir del anuncio de la creación del nuevo sindicato han surgido numerosos corifeos de las autoridades y de los sectores más atrasados de la Universidad y el país, que con el pretexto de alertar contra el STUNAM, han desatado una cacería de brujas para confundir a la opinión pública. Los desesperados e inevitablemente vanos esfuerzos de los propagandistas del desastre en la UNAM no son, sin embargo, gratuitos. Si en el pasado inmediato la existencia de dos sindicatos universitarios sirvió para reducir las posibilidades de maniobra de los grupos de poder y la burocracia en la UNAM, ahora la formación del sindicato único, que reúne los esfuerzos del STEUNAM y el SPAUNAM, podrá eliminar más aún sus esperanzas de crecimiento.

Existen, en la Universidad Nacional, diversos grupos de presión que ven con la existencia del sindicato único un auténtico riesgo para su existencia. Se trata de las camarillas incrustadas en diversas facultades y escuelas, y que hasta ahora han controlado a su antojo, impunemente, la contratación y toda clase de asuntos laborales, además de la orientación política de esas dependencias. Estos sectores, identificados con los intereses más retardatarios, pretenden anclar el desarrollo de la Universidad con el lastre del inmovilismo, detener el avance de la investigación, de la ciencia y la difusión cultural, el pretender que la institución pierda sus posibilidades de desarrollo democrática. El STUNAM quiere que este centro de estudios sea, en el mas preciso sentido de la palabra, una auténtica Universidad, donde todas las corrientes de opción tengan cabida, y puedan ser expresadas a través de organizaciones representativas y democráticas. A esa posibilidad temen los voceros de la Universidad anquilosada, que hoy han levantada una campaña difamatoria que no busca debilitar al nuevo sindicato –pues, dentro de su miopía, saben que el sindicato existe, está avalado por millares de trabajadores y es una realidad inocultable– sino confundir a la opinión pública.

La opinión pública tiene derecho a conocer qué hay tras los cuestionarios al STUNAM, y los verdaderos planteamientos de nuestro sindicato. No pretendemos, como falsamente se dice, lograr prerrogativas extraordinarias ni prebendas al margen de lo ley. Deseamos, precisamente, que los disposiciones contenidas actualmente en dos documentos separados se integren en uno solo –el contrato colectivo único–. Exigimos que se respete un derecho que la Constitución Política del país garantiza a todos los mexicanos: el derecho a asociarse como a éstos les parezca. En ejercicio de esta legítima libertad, los trabajadores de la Universidad Nacional hemos decido integrarnos en una sola organización. Contra esta decisión, soberana y que se ajusta estrictamente a las leyes, se han levantado los opositores al STUNAM, que enfrentan, además, al espíritu mismo de la Constitución del país y a las garantías conseguidas, después de arduas luchas, por los trabajadores, los mexicanos que lograron definir el contenido del artículo 123 constitucional, una de las conquistas que con más ahínco debe defender la clase obrera mexicano y todos los sectores progresistas del país. Quienes en 1977 niegan nuestro derecho o la sindicalización y la forma de organización sindical que hemos elegido, están retrocediendo más de setenta años en la historio de México, se están colocando –y no nos extraña– junto a las posiciones más reaccionarias en la historia de este país. Decimos que no nos extraña, porque quienes cuestionan al STUNAM se hallan ligados a la reacción militante del país y pretenden que la universidad este supeditada a los intereses foráneos y antinacionales a quienes ellos sirven.

El Sindicato de Trabajadores de la UNAM se propone, en contraposición a los deseos de quienes lo impugnan, impulsar la transformación de la Universidad Nacional en un sentido democrático, crítico y progresista. Queremos que las actividades que se desempeñan en esa institución sirvan a la solución de los problemas nacionales más importantes. Creemos que la Universidad sólo podrá ser democrática cuando las decisiones que en ella se tomen sean compartidas por todos sus integrantes, a través de organizaciones representativas, especialmente en el aspecto académico, y en el cual el Sindicato no debe tener ingerencia. Para la solución adecuada de las asuntos laborales los trabajadores de la UNAM hemos elegido la unidad organizativa formar de este sindicato. No es posible que en una institución de las dimensiones y la importancia de la Universidad Nacional, que tiene a su servicio a cerca de 30 mil trabajadores, se pretenda seguir resolviendo los problemas laborales de manera individual. El sindicato se propone reivindicar las soluciones colectivas en el terreno gremial y, de esta manera, constituir un canal para expresar las inquietudes de los trabajadores universitarios.

Nuestro sindicato, además, deberá servir para impulsar el desarrollo de las actividades de la UNAM y para la defensa de la institución. Creemos que la autonomía y la dotación de recursos suficientes son requisitos que no están sujetos a regateo y que el sindicato, por lo tanto, deberá defender en todo momento.

En la defensa de la Universidad, en la búsqueda de condiciones laborales satisfactorias y en el impulso a la democratización de nuestro centro de trabajo, el sindicato aprovechará la experiencia conjunta que los trabajadores universitarios adquirimos a través de STEUNAM y SPAUNAM. De la misma manera, así como estas dos organizaciones ocupan un lugar destacado en las filas del movimiento obrero democrático, el STUNAM manifiesta ahora su compromiso por militar activamente junto a las contingentes que, hoy por hoy, dan fuerzas y una dimensión nacional a la insurgencia obrera y popular. En todo momento y sin más limitación que la de nuestras estrictas posibilidades, pugnaremos por que las organizaciones sindicales y populares coordinen sus esfuerzos a fin de llegar a desarrollar formas más eficaces de lucha. En este sentido, el STUNAM se reclama ahora como parte integrante y activa del Frente Nacional de Acción Popular (FNAP) y hace público su compromiso por brindar un apoyo solidario a las esfuerzos que en diversos sitios del país desarrollan numerosos asalariados por tener mejores condiciones laborales y por consolidar o democratizar sus organizaciones.

Es, precisamente, el apoyo de la insurgencia obrera y popular uno de los pilares en los que descansará el éxito de la primera batalla que debemos librar, por la firma de un contrato colectivo único. El contrato único si bien, como lo hemos señalado antes, de ninguna manera afecta y sí beneficia a la Institución, encontrará sin duda la oposición de algunos sectores.

Hemos solicitado también un aumento de salarios de urgencia, tomando en cuenta el deterioro que han sufrido nuestros salarios. El monto del mismo será fijado después de que realicemos los estudios pertinentes y de que hayamos consultado la opinión de los afiliados al STUNAM en las diferentes delegaciones que lo componen.

En los próximos días, o partir de la entrega de nuestro proyecto de contrato debemos constatar cuáles son los intereses que prevalecen en el criterio de las autoridades universitarias: si son las intereses de facción, que buscan conservar sus privilegios, o los intereses de la Universidad en su conjunto.

Creemos que nuestras demandas, que a los ojos de los diferentes sectores que integran la Universidad aparecen como justas, contarán con el apoyo y la solidaridad de los estudiantes. Tanto el STEUNAM como el SPAUNAM, y seguramente ahora el nuevo Sindicato, tendrá el apoyo del sector más grande de la UNAM. Las demandas de profesores y trabajadores seguramente sabrán ser comprendidas y entendidas como propias por los estudiantes universitarios.

No pedimos prerrogativas. Al contrario, nos asumimos como asalariados con los mismos derechos y obligaciones de todos los asalariados del país. Por eso mismo reclamamos la aceptación plena de nuestros derechos de contratación y organización. Estamos dispuestos a resolver nuestras peticiones por la vía del dialogo, si las autoridades universitarias así lo permiten. Pero si no es posible, si la intransigencia y lo sinrazón (y los deseos de la reacción) prevalecen en la respuesta de los autoridades universitarias, el lunes 20 de junio, como ya lo hemos hecho en otras ocasiones para defender nuestros derechos, los trabajadores universitarios no vacilaremos en hacer estallar la huelga en todos y cada uno de las instalaciones y dependencias de la Universidad Nacional.

Venceremos
SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DEMEXICO.
Viernes 1° de abril de 1977

Unión No. 1, 18 de abril de 1977, página 3